Felisberto Hernández:“Tierras de la memoria”



Una noche, después de haber hecho los deberes, leí un libro en que un Bandolero iba por un camino de abedules. Yo no sabía qué eran abedules pero suponía que fueran plantas. Había dejado de leer porque tenía mucho sueño, pero iba para la cama con la palabra abedules en los labios. Después de acostado pensaba en cómo habrían hecho para ponerles nombres a las cosas. No sabía si les habrían buscado nombres para después poder acordarse de ellas cuando no estuvieran presentes, o si les habrían tenido que adivinar los nombres que ellas tendrían antes que las conocieran. También pudiera haber sido que las gentes de antes ya tuvieran nombres pensados y después los repartieran entre las cosas. Si fuera así yo le hubiera puesto el nombre de abedules a las caricias que hicieran a un brazo blanco: abe sería la parte abultada del brazo blanco y los dules serían los dedos que lo acariciaban. Entonces prendí la luz, saqué de la cartera el cuaderno y el lápiz y escribí: “Yo quiero hacerle abedules a mi maestra”. Después saqué la goma, borré y apagué la luz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Abedul:
Betula alleghaniensis
Planta procedente de Asia central y septentrional. Las partes que más suelen utilizarse son las hojas y la corteza. su sabor es muy amargo(apoco se comen?). Es una planta astringente.
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Abedules
Cuando veo abedules oscilar a derecha
y a izquiercla, ante una hilera de árboles más oscuros,
me complace pensar que un muchacho los mece.
Pero no es un muchacho quien los deja curvados,
sino las tempestades. A menudo hemos visto
los árboles cargados de hielo, en claros días
invernales, después de un aguacero.
Cuando sopla la brisa se les oye crujir,
se vuelven irisados cuando se resquebraja
su esmaltada corteza. Pronto el sol les arranca
sus conchas cristalinas, que mezcla con la nieve...
Esas pilas de conchas esparcidas diríase
que son la rota cúpula interior de los cielos.
La carga los doblega hacia los mustios
matorrales cercanos, pero nunca se quiebran,
aunque jamás podrán enderezarse solos:
durante muchos años las ramas de sus troncos
curvadas barrerán con sus hojas el suelo,
igual que arrodilladas doncellas con los sueltos
cabellos hacia atrás y secándose al sol.
Mas cuando la Verdad se me interpuso
en la forma de un hecho como la tempestad,
iba a decir que quizás un muchacho,
yendo a buscar las vacas, inclinaba los árboles...

samsaquibuz dijo...

hey naufraga, me recuerdas?

acabo de darme cuenta (después de varios meses, quizás un poco más) de que me dejaste unas preguntas en un comentario.

well.. la verdad es que no se qué decir ahora...

estoy de vacaciones, el calor a veces es insoportable. mi gato duerme todo el día y no se cómo lo logra!
mi cuidad es un tanto gris, por eso es preferible salir en la tarde donde todo se torna un tono más rojizo. también es entretenido salir de noche, cuando todo es oscuro.
estoy leyendo un libro de stephen king, "un saco de huesos". es un gran desafío para mi ya que no soy muy adicto a la lectura, pero no me quejo! :P

qué me puedes contar tú, naúfraga?

PD: tenías razón, existen ventajas al ser extraños... espero haberlas aprovechado.